17 de julio de 2012

Un nuevo talismán




Un talismán para empezar un ciclo bajo el influjo del mar,  de aquello que esconde y aquello que revela.


La potencia y la fluidez. Lo suave, lo perdurable. La respiración de cada caballito de mar.


Suspiro al pensar en lo que guardará este talismán y cómo se verá en una noche de luna


Misterio.
Aquí está el primer talismán.

23 de mayo de 2012

Almejas y Burros

Al hablar de su forma de pintar, Hundertwasser explicaba como a veces algunos de sus cuadros parecían burros, no había forma de dictarles una dirección, ellos eran tercos e iban por donde querían hasta que llegaban a su destinación. Lo único que se podía hacer era observarlos fluir.
Eso sucedió con  este anillo. Se obstinó en seguir una ruta desconocida y misteriosa que yo, tercamente también, trataba de redireccionar constantemente según mis dibujos y maquetas.


En mi diseño inicial la hermosa calcedonia se alojaría en una estructura envolvente y cónica que representaría a una almeja, que a su vez estaría adherida a finas capas de metal y esa composición  hablaría del tiempo, de las mareas y de sostenerse firmemente mientras las poderosas olas golpean. Pero ya creada en metal, la Almeja quería adherirse a otra forma; no me permitió seguir con mis planes, me obligó a hacer más maquetas, más dibujos, a dejarla abandonada en una mesa, incluso a pensar en descartarla.
No hay noche más larga que la de un diseñador que está enamorado de una forma pero que no termina de entenderla.


Sin mucho tiempo a disposición y arriesgándome a fracasar con este anillo, opté por rendirme ante una voluntad misteriosa que me decía: lima aquí, martillla acá, las esferitas van soldadas ahí. Y cuando terminé, miré a la Almeja en su pedestal de caracol o de ola y me sorprendí y me emocioné.


Anillo Almeja - Plata .925 y calcedonia aguamarina



2 de mayo de 2012

Detrás del Telón

Hace un tiempo Jessica, quien estudia Comunicación Social en la Universidad Tecnológica de Bolivar, tenía como tarea grabar un video de un artista o artesano elaborando su trabajo. Fabriqué un anillo de hojita para su tarea y aquí está el resultado:

Video realizado por Jessica Majul

Gracias Jessica, fue un placer participar en tu video.

25 de febrero de 2012

Esto es: La Metamorfosis

Magnífico. En una de las quebradas de Minca pude observar la metamorfosis de un rana paso a paso. En distintos puntos de la quebrada se desarrollaban varios grupos de huevos que iban en etapas diferentes. Los ví desde que eran puntitos negros inmoviles, después cuando ya eran más bien una coma de colita diminuta agitándose dentro del huevo hasta que libres, los renacuajos empezaban a nadar y buscar aguas más profundas.



22 de febrero de 2012

¿Qué es?

¿Qué es esto? 

Les daré una pista: es algo vital, a punto de cambiar.

Si saben, dejen sus respuestas en la sección de comentarios. Para salir de la duda vuelvan aquí el sábado cuando les mostraré lo que es.

4 de febrero de 2012

Tesoros del Caribe Segunda Parte

Después de varios días de montaña en Minca bajamos de la Sierra para visitar las hermosas playas de Palomino.

La vegetación de la Sierra se extiende frondosa hasta llegar a las playas. El viento es fuerte y los pescadores luchan contra las olas encabritadas para poder sacar sus botes  mar adentro. La bruma humecta  constantemente la selva en este paraíso.

Desde la Sierra corren numerosos ríos que van a dar al mar y a lo largo de la región de Palomino se encuentran varias de estas desembocaduras. Allí es un placer dejarse arrastrar por la suave y dulce corriente del río para después saltar al brioso mar.
Detrás de esas montañas se encuentran los picos nevados que no quisieron revelarse a nuestra vista.

Palomino es un lugar muy hermoso. Salvaje aún a pesar de estar cada vez más presente en el radar de muchos viajeros  nacionales y extranjeros.

Al frente de la playa estaba La Sirena, el fabuloso hostal donde nos quedamos.  Dormimos en hamacas bajo un techo de palma tejida y nos depertaba temprano un cachorrito para ir a jugar a la playa.

Durante el día caminabamos hacía la desembocadura de los ríos y luego tomabamos largas siestas en la playa. Por las noches un poco de ron y todas las constelaciones en el firmamento.
Adoré estas vacaciones por la compañía, por los nuevos amigos que hicimos y sus diversas formas de vida, por la belleza de la Naturaleza pero sobretodo porque de tanto en tanto me hace falta volver a lo básico: unas camisetas y un cepillo de dientes, agua, pescado, dormir al aire libre, no mirarse en el espejo, sentir la incomodidad, adaptarse a ella y volver a ser libre de tanto comfort urbano.

Fotos de Pablo Abitbol

Aquí la primera Parte de Tesoros del Caribe: Subiendo la montaña.

28 de enero de 2012

Tesoros del Caribe Primera Parte

De nuevo playas. Parecería como si mi vida últimamente se tratara sólo de diversión y viajes. Y así es en parte, pero eso no ha impedido que mi cerebro y mi corazón estén día y noche procesando información, ideas, posibilidades; todo enfocado a dar nuevos pasos en el proyecto que es LIRIO.

Por estos días me encontrarán en las mañanas disfrutando enormemente mi práctica de yoga antes de encerrarme en una biblioteca a la caza de información y en las tardes poniendo orden a las ideas. Generalmente, perdiendo un poco la calma ante la magnitud que representa para mi diseñar, alear y martillar una personalidad de empresaria.

Aún faltan varios días como estos para poder concretar un plan y saltar al vacío con alas hechas en casa. Así que mientras llega el momento de anunciar algo interesante les mostraré estos dos tesoros del Caribe que encontré durante estas vacaciones.

En Colombia existe un lugar en donde la montaña de eternos picos nevados se extiende y se desvanece hasta tocar el mar Caribe. Es la Sierra Nevada de Santa Marta.

A 35 minutos de la orilla del mar, subiendo hacia la Sierra, está Minca y allí, el Hostal de Oscar, escondido entre montañas de mil verdes, con Santa Marta y el mar a sus pies.

Por estos bosques de guadua y de árboles altísimos pasaban de madrugada los monos aulladores en busca de su desayuno. A veces algunos subían a las copas de los árboles para tomar los primeros rayos de sol.

Varios riachuelos y nacimientos de agua corren por este terreno que hace una década estaba devastado por la ganadería y que Oscar ha venido reparando con su mano verde hasta devolverle la vida. Pronto este lugar se convertirá en una reserva natural. Oscar y Sandra, su esposa, son maravillosos.

Y así, entre caminatas por senderos salvajes, amigos haciendo música y noches de brisa perfumada me enamoré de Minca, de la Sierra y de la vida que llevan nuestros anfitriones del hostal.

En la segunda parte de Tesoros del Caribe: Bajando de la montaña para tocar el mar.

7 de septiembre de 2011

Una nueva vida


Esto es lo que veo desde mi ventana si me levanto justo cuando está saliendo el sol

Al fondo los edificios del Cabrero con la laguna brillando y más cerca las fachadas de la ciudad vieja teñidas de lila. Y el mar, que a esa hora se esconde detrás de la bruma.

¿Y cómo terminé aquí, en Cartagena de Indias? Como siempre que deseo algo, lanzando una frase al viento y muy cerca al oído de mi amado. 
Regresar a Bogotá después de cuatro años en el idílico pueblito alemán resultó demasiado ruidoso, frío y perturbador. Queríamos sentir el sol y ser vecinos del mar, así que nos arriesgamos una vez más, empacamos y nos lanzamos a la aventura caribe.

Una señora del barrio Getsemaní toma el fresco

Fue difícil para mi dejar el hermoso taller que compartía con una querida amiga en Bogotá y hacerme a la idea de empezar de nuevo, por milésima vez en mi vida, bueno, por séptima vez. Contar con la soledad de quien llega a una ciudad sin tener amigos. Dejar a mis clientes y al amado barrio de los joyeros del centro donde ya todos nos conocemos.

Las calles de Getsemaní

Ahora vivo en esta hermosa ciudad, La Heróica, entre luchadores del día a día, viajeros y exiliados del interior; entre tiempos de leyenda y dura actualidad.

Castillogrande

Y debo decir que esta nueva vida es deliciosa pero no fácil. El increíble calor y el mar traen consigo retos que no entran en los cálculos de quien no es de estas regiones ardientes. Se necesitan mucha energía y jugos de frutas para llevar a cabo cualquier tarea. Pero...

 Foto de Pablo Abitbol

Allí cerca está la hermosa playa que recarga y alivia, repleta aún de maravillosa proteína


y los atardeceres majestuosos seguidos por noches de brisa


Si. Me gusta esta nueva vida y me emociona planear el futuro de LIRIO. Por cierto ya empecé a trabajar, pronto les mostraré lo que surge.




23 de marzo de 2011

Gota

Hace un par de días Nicolás vino a mi taller porque quería un anillo de compromiso para regalarle a su novia. Nos sentamos a hablar acerca de la forma que tenía en mente y dibujamos un par de opciones. Dejamos reposar la idea un par de días y finalmente él se decidió por este diseño:


Después de ponernos de acuerdo en la forma fuimos a buscar la piedra para este anillo.  Es muy emocionante encontrar la piedra perfecta. Hay algo en el brillo y el color de cierta piedra que hace que la quieras y la escojas. No tiene que ser la más pesada o transparente, es más bien una especie de destello que despierta una fuerte atracción.
Una vez elegida la piedra empecé a trabajar en el anillo mientras Nicolás esperaba ansioso a ver el resultado.

El día que Nicolás regresó a mi taller para ver el anillo ambos quedamos sorprendidos ante el resultado: él, porque no era así cómo se lo había imaginado y yo porque a mi me satisfacía el resultado y esperaba su completa aprobación.
Este es el anillo que le presenté la primera vez:

En mi profesión es muy cierto que la clave está en los detalles. El mismo anillo cambia enormemente al modificar el acabado de la superficie. La primera vez el acabado mate resaltaba más la tonalidad amarilla del oro en esta aleación de oro blanco y las aristas muy definidas le daban un carácter geométrico y preciso.


Pero cuando Nicolás vió el interior liso y brillante del anillo supo que era así como quería el acabado exterior. También deseaba que las aristas fueran suaves y redondeadas.
Y así resultó:


Al brillarlo el gris del paladio se volvió predominante y la suave superficie reflejaba tonos cambiantes del gris al cálido café verdoso. Las aristas suaves lo hacían ver fluido y más delicado.
Esta vez Nicolás estaba satisfecho y yo, aunque al inicio renuente al cambio, también me enamoré de esta nueva versión.

Como en cada proyecto que desarrollo esta fue una oportunidad de apreciar más mi profesión y aprender. Amo tener la oportunidad de conocer un poco a mis clientes al hablar acerca de lo que desean. También me hace feliz poder trabajar en colaboración con ellos para hacer ciertas modificaciones y obtener la pieza anhelada.
Aprendí que debo contar con el factor sorpresa, lo cual se traduce en tiempo. A veces los detalles lucen muy bien en papel o en otras joyas pero no necesariamente son los adecuados para esa ocasión, entonces debo tener tiempo para modificarlos. También aprendí que la mirada del otro puede mostrarte en que elementos de diseño te estás encasillando y claro, que no debo temerle al acabado brillante ;)

¿Cuál versión del anillo les gusta más? ¿Mate o brillante?