Muchos años atrás, cuando decidí convertirme en orfebre vino a mi mente una imagen: que yo pasaría horas en la soledad de un taller y ante el resplandor del fuego transformando metales preciosos y gemas en objetos con alma. Me fascinaba la idea de crear y soplar cierto espiritú en las pequeñas esculturas de metal.
Este es un objeto creado con la intención de que quién lo porte recuerde su fuerza y las lecciones aprendidas. Es un talismán para una amiga mía.
como siempre hermoso...tus manos crean maravillas visuales y táctiles..
ResponderBorrartampoco dejes de escribir..leerte es un placer, un bálsamo que revitaliza la vida y los deseos de seguir adelante...
después de 4 años...!!QUE RICO ES TENERTE EN CASA!!!
el prole
Increíblemente bonito, Lili.
ResponderBorrarSe nota el amor en cada uno de los nuditos