Amo las mañanas de los viernes porque traen esto.
Alemania me malcría. Sólo tengo que escoger delicias el miércoles por la mañana, pedirlas por internet mientras me tomo un cafecito y esperar a que sea viernes para que un mancito super amable llegue en su camión y suba las escaleras de mi edificio cargado de canastas. ¿Qué más puede pedir una Dama de casa?
Ahhh si, ya sé. Que por favor laven la lechuga que viene con ciertos gusanitos que me ponen nerviosa.
Claro que mi amigo G se ha ofrecido porque se divierte asustándome con los bichos.